Es común ver auroras boreales en Laponia, aunque dependen completamente de la actividad solar, que sigue un ciclo de aproximadamente 11 años entre sus periodos de menor actividad. El llamado máximo solar a mitad de ese ciclo, es el momento en el que se invierten los polos magnéticos del Sol. El último mínimo solar se produjo en 2019, que cerró el denominado ciclo 24 desde que se cuentan con datos suficientes para reconocerlos con fiabilidad. En ese momento fue particularmente débil con la presencia de 116 manchas solares, frente a una media de 174. Dando comienzo al ciclo número 25 que los expertos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) de los Estados Unidos, vaticinan entre los más activos nunca observados.

Claro está que, cuanto más al norte, más posibilidades hay de presenciarlas. Esto es debido a que en el norte de Laponia, cuanto más cerca del círculo polar ártico, mejor, las auroras boreales brillan cada dos noches, claras y estrelladas, entre septiembre y marzo. Mientras que en el sur de Laponia son visibles sólo una diez o veinte noches al año

Pero, aunque es difícil predecir las auroras boreales a largo plazo, las eyecciones de masa coronal solar, además, estas se pronostican con 15 días de antelación aproximadamente. Aunque en realidad, su fuerza y forma pueden variar una vez que se acercan a nuestro planeta.